Desde estas líneas espero poder dar algunos consejos para intentar por lo menos evitar los accidentes más habituales. Vamos con 4 de ellos que se repiten año tras año:
- Regalos: son muchos los regalos que se abren en estas fechas y muchos de ellos con tijeras, cuchillos u otros objetos punzantes. Con la emoción del momento, no es difícil dejarse alguno de esos objetos al alcance de los niños, que a pesar de tener un nuevo regalo, siempre acaban con el en su posesión.
- Cocina: siguiendo con objetos punzantes y cortantes, estas quizá son las fechas en las que más tiempo se pasa en la cocina. Y la cocina esta llena de ese tipo de aparatos diabólicos, ademas de productos tóxicos, líquidos muy calientes y un largo etcétera...
- Árbol de Navidad y sus luces: donde hay un niño en Navidad, hay un árbol... la mayoría de abetos son artificiales y hay que tener cuidado el lugar donde se coloca, que no esté cerca de ninguna fuente de calor o chimenea. Si por el contrario es un abeto natural, hay que regarlo y tener cuidado no mezclar agua y electricidad... Y hablando de luces, cables y bolas del árbol, son tres cosas potencialmente peligrosas. Tener especial atención en los enchufes, no dejar que los niños jueguen con el cable de las luces y vigilar con el tamaño de las bolas, que no acaben en alguna boca. Es recomendable desconectar de la corriente las luces cuando nos vamos a la cama.
- Belén en casa: si se ha montado un belén en casa, ya sabemos que las piezas suelen ser pequeñas y quedando al alcance de los niños acabarán en su boca.
Estos quizá son los peligros más corrientes de estas fechas. También hay que tener cuidado al caminar en casa, ya que suele haber más elementos de lo habitual en el suelo y las caídas y tropiezos son más frecuentes.
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